miércoles, 29 de abril de 2015

Consejos para cuidadores «Bañar y lavar a personas con alzhéimer»




http://www.alzheimeruniversal.eu/2015/04/24/consejos-para-cuidadores-banar-y-lavar-a-personas-con-alzheimer/

Victor Manuelle dedica canción a su padre con Alzheimer


" El día que me volví invisible "


 " El día que me volví invisible "

No sé ni en qué día estamos. 
En esta casa no hay calendarios, y en mi memoria los días están hechos una maraña. Me acuerdo de esos calendarios grandes, unos primores, ilustrados con imágenes de los santos que colgábamos al lado del tocador...

Ya no hay nada de eso, todas las cosas antiguas han ido desapareciendo. 
Y yo, yo también me fui borrando sin que nadie se diera cuenta. 

Primero me cambiaron de cuarto, pues la familia creció. Después me pasaron a otra más pequeña aún, acompañada de una de mis biznietas. Ahora ocupo el cuarto de los trabajos, el que está en el patio de atrás.

Prometieron cambiarle el vidrio roto de la ventana, pero se les olvidó, y todas las noches por allí se cuela un airecito helado que aumenta mis dolores reumáticos. 

Desde hace mucho tiempo tenía intenciones de escribir, pero me he pasado semanas buscando una pluma, y cuando al fin la encontraba, yo misma volvía a olvidar en dónde la había puesto. 

A mis años, las cosas se pierden fácilmente, claro que es una enfermedad de ellas, de las cosas, porque yo estoy segura de tenerlas, pero siempre se desaparecen.


www.porlavidadelosabuelos.blogspot.com

sábado, 11 de abril de 2015

Recomendaciones para cuidadores familiares de personas mayores y enfermos de Alzheimer u otras demencias





Ser cuidador de un enfermo de Alzheimer entraña su dificultad en cualquiera de sus etapas, pero hacerlo en la fase severa puede convertirse en un desafío y llegar a ser especialmente desalentadora.

Los cuidadores informales pueden tener en cuenta estas recomendaciones para cuidar de sus seres queridos en el hogar:
  • El cuidador familiar tiene que cuidarse para seguir cuidando. Para tomar las decisiones relacionadas con la salud y el bienestar de la persona a la que está cuidando, es importante que el propio cuidador tenga un buen nivel de salud y energía, y así poder ofrecer una respuesta rápida a las necesidades del enfermo, que suelen cambiar con frecuencia. 
  • Las dificultades en la comunicación que presentan estos pacientes pueden llegar a ser frustrantes para el cuidador y para el enfermo. A pesar de ello, es importante que continuemos hablando con nuestro ser querido sobre su alimentación, el entorno en el que se encuentra, la climatología, las citas con el médico, las noticias de actualidad, actividades sociales,... Es bueno que nos esforcemos en mantener a la persona en contacto con lo que sucede a su alrededor.
  • Es normal que, en las etapas finales de la enfermedad, tengamos que tomar decisiones sobre las finanzas, la búsqueda de un alojamiento alternativo, o temas relativos a seguros médicos o de vida. Es conveniente haber hablado todos estos aspectos previamente con la persona.
  • La persona a la que estamos cuidando debe poder aceptar o rechazar los alimentos, la ayuda y el apoyo emocional que le estamos dando. Las pautas que tiene que mantener sí o sí el cuidador tendrían que ver con la higiene, la seguridad y en atender las demandas del enfermo.
  • Es bueno que le hablemos de forma lenta y controlada, incluso aunque no nos responda. Nuestra voz puede llegar a ser un consuelo. Del mismo modo, debemos dedicar todo el tiempo del mundo a escuchar lo que nos diga.
  • Cuando sea la necesaria la institucionalización, es importante que hablemos con el personal del centro para que se familiaricen con los hábitos y costumbres de la persona. Llevar parte de sus objetos más queridos, como fotos, prendas de ropa o música, va a hacer que se sienta más a gusto y que sea menos probable que se agite. 
  • Es bueno que dediquemos el máximo tiempo posible a estar con la persona que está recibiendo cuidado en residencia. Tomar la mano de la persona, darle un beso en la mejilla, acariciar su mano,... son algunas de las acciones que harán a la persona saber que estamos presentes.
Cuidar de un familiar que sufre la enfermedad de Alzheimer, puede resultar una experiencia dura y que provoca un gran desgaste. Pero también es una situación que proporciona momentos agradables y que nos hace sentir muy bien con nosotros mismos. Es importante ser consciente de los aspectos positivos y negativos que vamos a vivir juntos. 

Habitualmente, los cuidadores familiares son personas especiales, valientes y luchadoras, pero también hay que saber que no somos superpersonas capaces de todo. Siempre es recomendable buscar consejo, ayuda y apoyo, que seguro que podemos encontrar en otros miembros de la familia, en profesionales de la salud y en asociaciones de familiares. 


Aritz Arozarena
Equipo de psicología - Dependentia


www.Porlavidadelosabuelos.blogspot.com